Persona

Evolución del concepto de persona



a) En el lenguaje ordinario el término "alma" tiene fuertes connotaciones religiosas y designa lo que hay de espiritual e inmortal en el hombre. Se aplica al ser humano en tanto que espiritual e inmortal, por eso se da por supuesto implícitamente que los animales no tienen alma. El término "psique" y "psiquismo" se utiliza en el lenguaje científico para designar diversos tipos de fenómenos en los que están implicadas actividades cognoscitivas, tendenciales, afectivas y neurofisiológicas, por eso se habla de psique humana y de psiquismo animal, pero no de psiquismo vegetal.


El concepto de persona no nació en el seno de la filosofía griega sino que proviene del ámbito jurídico del mundo romano; éstos lo utilizaban para diferenciar al sujeto frente a la noción de cosa (res).

Es interesante un breve recorrido histórico en orden a la delimitación semántica de estos términos: el término griego "psique" se traduce al latín por "anima", pasa al castellano como "alma" y va transformándose y es sustituido por "mente", "pensamiento", "yo", "conciencia", "espíritu", "principio vital", "interioridad", "intimidad".


A) Filosofía Antigua: para los filósofos griegos “alma” designa el principio vital del cuerpo. El alma es principio de vida. Todo lo que tiene vida está “ animado”.


Platón: piensa que el cuerpo y el alma están unidos accidentalmente. No son dos entidades complementarias sino diferentes y opuestas. El cuerpo es la cárcel del alma y ésta debe tratar de conocer las realidades más sublimes que son las ideas.

Aristóteles : desvincula el problema cuerpo - alma de cuestiones religiosas y, partiendo de la observación de la naturaleza, afirma que la diferencia entre los seres vivientes y no vivientes radica en el alma (Psyché). Todo ser material está compuesto de materia y forma. La materia no existe nuca sin una forma determinada. El cuerpo y el alma están unidos sustancialmente. No considera alma y cuerpo como dos entidades separadas al modo platónico, sino que entiende que el alma es principio vital del cuerpo: el alma es «forma» (morfé) del cuerpo que es «materia» (hyle).  A esta doctrina se llama «hilemorfismo». El hilemorfismo fue utilizado por Aristóteles para explicar el modo de ser básico  de las sustancias naturales.


Concibe la "psique" como la forma de cualquier organismo viviente, y su relación con el cuerpo se define en términos de unidad sustancial. Todo organismo vivo debe tener el principio vital o alma. Distingue entre:
1) el alma vegetativa: propia de las plantas con funciones de crecimiento, nutrición y reproducción.
 2) el alma sensitiva : Incluye las capacidades de sentir y moverse
 3)la racional: propia del hombre que le permite pensar. El alma humana cumple simultáneamente las funciones vegetativas, animales e intelectuales. Sólo los hombres tienen espíritu. El hombre es concebido como una sola sustancia, porque aunque el espíritu y la materia son realidades diferentes ,el alma es forma sustancial del cuerpo. El hombre no es un cuerpo al que se le añade un alma como una realidad yuxtapuesta, sino que  alma y cuerpo forman una sola realidad. La unión entre alma y cuerpo es como la de la forma con la materia.

B) En la  Edad Media se afirma que la materia y el cuerpo han sido creados por Dios. La noción de persona en el pensamiento cristiano fue elaborada en términos teológicos. Una de las cuestiones más debatidas fue la de la persona de Cristo con dos naturalezas: una humana y otra divina.
a)    S. Agustín define al hombre como un alma racional que se sirve de un cuerpo mortal. El alma es creada por Dios y tiene tres facultades: memoria, entendimiento y voluntad. Afirma “Si deseas una definición de alma y por esta razón preguntas qué es ,te complaceré fácilmente; pues a mi parecer es una sustancia dotada de razón, destinada a regir el cuerpo “. Fue de los primeros autores que desarrolló la noción de persona para referirse a las “tres personas” de la Trinidad. Una de las aportaciones más valiosas fue la diferencia entre persona y naturaleza.
b)    Boecio (S. IV) define persona como “sustancia individual de naturaleza racional”. Con esta definición comete el error de identificar  sustancia y subsistencia.
c)    Santo Tomás (XIII) propone que el hombre actúa como una sola naturaleza: el alma es la forma, el principio vital que anima al cuerpo, y la unión de ambos es sustancial. El alma humana es un alma espiritual, es principio de la vida material. El alma es incorruptible, separable del cuerpo y persistente tras la muerte de éste. Al destruirse el cuerpo, el alma individual subsiste hasta el día de la resurrección del cuerpo.
 Entiende la persona como “subsistencia espiritual”. La naturaleza racional del hombre no es la diferencia mayor que éste tiene con el resto de los seres del cosmos. La diferencia del hombre con los demás seres no está solo ni principalmente en la esencia, sino en el orden transcendental (el orden del ser) . Él supo ver y expresar mejor que ninguno la radicación de la persona en el esse. (Acto de ser) Esta es la explicación metafísica que le llevaba a afirmar que la persona es lo más noble y digno que existe en la naturaleza.
  Sto. Tomás, siguiendo a Aristóteles, defiende la teoría hilemórfica, según la cual la estructura del ser humano incluye las dimensiones espíritu-corpóreas. Aunque esta explicación abarcaba todos los seres de la naturaleza, sólo en el hombre hablamos de una dignidad única.
El concepto de persona se entiende cuando vemos la distinción que hay entre sustancia y subsistencia. Entendemos por subsistencia “aquello que existe en sí mismo de un modo completo y distinto de cualquier otra realidad”. Nos referimos a la realidad tomada en su totalidad, lo que supone situarnos en un nivel más profundo que el de la sustancialidad. Es decir, que para llegar a la noción de persona, no es suficiente la composición hilemórfica ni la distinción de las categorías. El término persona se halla en otro nivel, el de la subsistencia.


C)En la Edad moderna:

 Descartes (S. XVII) propone que existen tres sustancias: sustancia divina, pensante, y extensa. Concibe el alma como idéntica al pensamiento, es decir exclusivamente como espíritu, el cual a su vez se identifica con el "yo". Podemos dudar de la existencia de los cuerpos, pero no del alma: si dudamos, pensamos (“Pienso, existo”). El alma y el cuerpo interaccionan en un punto de comunicación: la glándula pineal que esta en el cerebro. A partir de la filosofía moderna,  el término "alma" deja de aplicarse a plantas y animales que sólo se estudian desde el punto de vista  mecanicista.
Descartes no utiliza el concepto aristotélico de alma porque para él los organismos vivos son máquinas y por lo tanto no entiende el alma como forma, como un principio de los organismos vivos.
D) En el siglo XX : La revolución que supuso la propuesta de Descartes y el éxito de la explicación científica de la naturaleza hizo concebir la idea de que todo podía reducirse a materia.  Esto inauguró una tendencia reduccionista y empobrecedora que limitó lo humano a aquello que pudiese explicarse mediante las ciencias positivas y empíricas. 
Dentro de la línea de preferencia por lo observable, en nuestros días muchos autores sustituyen el debate tradicional cuerpo/alma por otro con una terminología que pretende alejarnos de la motivación religiosa y sumirnos en el cientificismo (tendencia a dar excesivo valor a las nociones científicas presentándolas como lo único verdadero).  Así, la nueva formulación del problema es "mente - cerebro".  Ciertamente, no se trata de un mero cambio de palabras, sino que esconde la renuncia a la solución filosófica de alguno de los problemas que estaban asociados al término alma, como es el de su inmortalidad.
   La filosofía actual considera en términos de cerebro-mente lo que en la historia del pensamiento se ha conocido como el problema cuerpo-alma.

Entre los pensadores actuales destacan:
            1) El neurofisiólogo Eccles (n. 1903).  La vida humana es el resultado de la cooperación de dos elementos: el yo  y su cerebro. Éste fue el título de un libro que  junto con Karl Popper, en el que defiende las siguientes tesis:
                        a) Mente y cerebro son dos realidades distintas. El cerebro es insuficiente para dar razón de los fenómenos mentales; es en el córtex cerebral donde acontece la interacción entre lo físico y lo mental.  Por ello, es legítima la hipótesis de que además de la estructura cerebral, hay otra realidad de naturaleza distinta, no material a la que se debe el carácter único del ser humano: “sí  mismo”, psique, alma o ego.
                        b) Hay hechos que para ser explicados reclaman  una mente  autoconsciente:
 1)    el carácter unitario de las experiencias
2)    la voluntariedad de la acción humana
3)  la disparidad temporal entre los acontecimientos nerviosos y la experiencia consciente
4)    la peculiaridad de la memoria  humana y su conexión con el lenguaje.


2. Superando la teoría anterior, Karl Popper llega a lo que se denomina interaccionismo emergentista. La evidencia de que la física no basta para explicar la realidad, mueve a Popper a postular un dualismo interaccionista: la evolución da lugar a un tipo de realidad nueva, diferente y más elevada que la materia física. 

          Nuestros pensamientos y sentimientos también son reales e interactúan con esa misma materia: por ejemplo, mi deseo de aprender (inexplicable como algo meramente material o físico), puede modificar unos papeles que están en blanco y hacer que queden llenos de tinta. ¿De qué manera puede modificar la realidad espiritual la realidad material?
            Según Popper, no todo lo real tiene por qué ser material.  Son reales las entidades que pueden actuar causalmente o interactuar con realidades materiales, aunque su realidad sea más abstracta. Si es evidente que la mente no es el cerebro, también lo es que no son independientes.  En la forma en que los conocemos, no puede haber mente sin cerebro.
 Para el ser humano el cerebro es un soporte inevitable de la mente. La mente no es el cerebro y éste no basta para explicar los fenómenos mentales. Lo espiritual no puede reducirse a lo biológico y puramente orgánico. Hay una interacción entre los diferentes órganos del cuerpo, como también entre esos órganos y la mente. Popper admite la existencia de dos ámbitos de realidad, y afirma que existen tres mundos:

Mundo 1: el mundo físico observable compuesto por procesos, fuerzas, campos de fuerzas.  El único existente para los materialistas.
Mundo 2: el mundo de los fenómenos mentales: estados de conciencia, disposiciones psicológicas, experiencias subjetivas, estados inconscientes.
Mundo 3: el mundo de los productos de la mente humana, al que pertenecen las historias, los mitos explicativos, las teorías científicas, las instituciones sociales y las obras de arte.
           
Considera que en el mundo físico no hay libertad, todo está sometido a leyes universales y necesarias, pero ese mundo está abierto por su relación con el mundo psíquico y las teorías que realizamos; encuentra inadmisible el determinismo en el ser humano: el hombre es libre y responsable de sus actos.  Si todo fuera físico no podríamos alterar el curso de la realidad, pero gracias a lo mental y a sus posibilidades creativas podemos hacerlo: cuando un matemático escribe los resultados de sus investigaciones sobre un papel está modificando la materia a partir de su pensamiento, lo que deja abierta la puerta a la libertad humana y al cambio.





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